martes, 3 de abril de 2007

Las Azores (¡¡por fin!!)




Cruzar el Atlántico como si nada (juego de palabras de difícil deducción para un neófito en lengua ubeliana) es lo que aposté con el grumete Sebastián y, como suelo hacer, le he ganado de sobra. Ni una mala tormenta que nos lleve de lado a lado en el puente de mando del "Leuret", ni delfines que nos adelanten sin intermitentes, ni sirenas de la policía... Nada de nada. Por eso he aprovechado para revisar el diario, valga la redendundundandancia, y lo he inundado con todas las cosas que han visto los últimos días. Bueno, puede que las hayan visto por la noche, pero eso dependerá de la potencia de sus linternas.

Hemos llegado a las Islas Azores, concretamente a Ponta Delgada, en la Isla de Sao Miguel.

Antes de nada, y para que no se me olvide, comentaros que echamos mucho de menos a Mariloli, especialmente cuando tenemos que tirar al correo las cartas atrasadas y no disponemos de su magnífica lengua (ver la publicación del 23/02/2007). En la red de chinchorito hemos puesto una imagen suya de contorsionista para que nos alegre la vista.

Las Azores son unas islas preciosas que parecen menos altas de lo que siempre nos dicen en los telediarios (que si el alticiclón de las Azores por aquí, que si por allá). El Grumete Sebastián me corrige diciendo que no es "alticiclón" sino anticiclón, pero es que él siempre ha sido un rebelde y siempre está en contra de todo. Me gusta más lo de alticiclón, ea.

Aunque parezca mentira, las islas pertenecen a la llamada Macaronesia, nombre de origen incierto (al menos para mí), pero que me recuerda a los macarronesios que comía en mi infancia.
Es un tranquilo lugar de tranquilas costumbres. Por ejemplo, practican el sexo tranquilo. Tranquilo, lo practican. Aquí les incluyo una curiosa norma municipal lisboeta de los años 50 (del pasado siglo) sobre las costumbres que también se aplicaban a los lugareños que tenían otras ocupaciones en los parques y jardincillos locales:

A mão naquilo...


Se acham que que andar aos apalpões em público é a coisa mais normal do mundo (Ocidental, diga-se em abono da verdade), leiam esta postura da Câmara Municipal de Lisboa (nº 69.035 de 1953):

«Verificando-se o aumento de actos atentatórios à moral e aos bons costumes, que dia a dia se vêem verificando nos logradouros públicos e jardins, e, em especial, nas zonas florestais de Montes Claros, Parque Silva Porto, Mata da Trafaria, Jardim Botânico, Tapada da Ajuda e outros, determina-se à Polícia e Guardas Florestais uma permanente vigilância sobre as pessoas que procurem frondosas vegetações para a prática de actos que atentem contra a moral e os bons costumes.
Assim, e em aditamento àquela Postura nº 69.035, estabelece-se e determina-se que o artº 48º tenha o cumprimento seguinte:
1º Mão na mão (2$50);
2º Mão naquilo (15$00);
3º Aquilo na mão (30$00);
4º Aquilo naquilo (50$00);
5º Aquilo atrás daquilo (100$00).
Parágrafo § - Com a língua naquilo 150$00 de multa, preso e fotografado. »

Como curiosidade refira-se que em em 1943, o salário médio de um empregado de escritório era de 25$00 diários.

Ninguno de los que aparecen en la foto inferior son lugareños, ni han sido multados por las razones anteriores, aunque sus fechorías han sido mucho peores, sin duda.




1 comentario:

  1. Consiguió buen Tratado de Niza para España. Bajó el precio de la luz

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