jueves, 3 de mayo de 2007

Si va a viajar a Londres... (Se vi vojaĝas al Londono...)


Dos Bobbies posando durante la detención de un caballero.
Foto: Ubé


Una delirante lista de prohibiciones

Begoña Arce
(El Periódico, 04/05/2007)


Si las autoridades de Londres aplicaran normativas y leyes al pie de la letra, la mayoría de los que aquí vivimos estaríamos fichados. La revista Time Out ofrecía recientemente una lista de prohibiciones que siguen en vigor, aunque casi nadie sepa de su existencia.
Así, por ejemplo, en Londres saltarse la cola en las taquillas del metro para comprar un billete no es simplemente de mala educación, sino ilegal. Incontables ciudadanos han cometido alguna vez tal delito, como han invitado a una copa en un bar a algún amigo borracho, algo que tampoco está tolerado. En los pubs no se puede bailar, como tampoco se pueden cantar canciones obscenas en la calle.
Y en la vía pública no es aceptable llamar a un taxi a gritos y, según una ley que nadie usa, el taxista debe preguntar al cliente, antes dejarle subir al vehículo, si sufre "alguna enfermedad contagiosa como la viruela o la peste". Un requisito indispensable es que los pasajeros estén siempre vivos, ya que los taxistas tienen estrictamente prohibido transportar ningún cadáver.
Los que estén pensando en visitar el Palacio de Westminster deben saber que está vetado entrar en el lugar vistiendo una armadura, algo bastante difícil de escamotear por otra parte, al pasar el ahora obligatorio detector de metales. Una vez dentro del edificio, está prohibido morirse. Nadie que fallezca en las salas del Parlamento recibirá un certificado de defunción, porque el recinto está catalogado como Palacio Real y cualquiera que expire allí tendría derecho a un funeral de estado.
Los que estén pensando en echar una canita al aire han de saber que, de acuerdo con las ordenanzas de la City, es ilegal registrarse en un hotel bajo falsa identidad con el propósito de utilizar la habitación para hacer el amor y no para dormir. La multa a los libidinosos es de 30 euros. Tampoco se pueden mantener relaciones sexuales en trenes, aparcamientos, iglesias, cementerios o parques, entre otros lugares públicos.
En los parques, como en el resto de la ciudad, no esta permitido "ningún juego o competición que moleste a los vecinos". Esta medida incluye actividades tan inocentes como hacer volar una cometa. La lista de lo que no se puede hacer en las calles de la capital británica es inmensa y va desde sacudir las alfombras a lavar la ropa en una fuente o tender la colada en los balcones. Tocar el timbre de una puerta sin otro propósito que fastidiar le puede costar al gamberro 14 días de cárcel y allí puede acabar también quien se dedique a arengar al público con un megáfono.
Hasta el año pasado en la popular calle londinense de Oxford Street solía hacer proselitismo religioso el evangelista Philip Howard, a quien de nada sirvió alegar, cuando fue amonestado, que estaba "trabajando para el Señor".
En cuanto a los animales, los ciudadanos londinenses pueden sacar al perro de paseo, siempre que recojan la caquita, pero si poseen terneros o vacas, deben tener claro que es ilegal conducir ganado por la ciudad entre las 10 de la mañana y las 7 de la tarde, bajo multa de 300 euros.


Y para alegrar el asunto, la Electric Light Orchestra en directo y su "Turn to stone":



Y de regalo: Sweet talking woman...

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