martes, 31 de julio de 2007

Ingmar Bergman


Ayer murió otro de los grandes del cine: Ingmar Bergman. Quizás dentro de 80 años se diga lo mismo de algún director joven que hoy sea totalmente desconocido, pero hoy podemos decir que se ha ido uno de los grandes. Hace ya mucho tiempo que hicieron un especial de sus películas en La 2; bueno, en aquella época seguía llamándose "segunda cadena". Podían gustarte o no sus películas, considerarlas muy lentas o a veces aburridas, pero algo sí que me dejaban en el paladar: había que pensar. No sólo en la cinta que habías visto, si no en todo lo que nos rodea, en nosotros mismos. No debíamos dejarnos acomodar por la vida vegetativa porque eso ya era la muerte (otra de sus obsesiones) pese a que por tus venas siguiera corriendo la sangre. Recomiendo esta entrevista que aparece hoy en la edición digital de El País.

Destaco algunas frases:

"Soy un niño. Ya lo dije una vez: toda mi vida creativa proviene de mi niñez. Y emocionalmente soy un crío. La razón por la que a la gente le gusta lo que hago o hacía es porque soy un niño y les hablo como un niño".

"La Edad Media era una época de imágenes y pocas palabras y creo que estamos cerca de una gran catástrofe si seguimos viviendo en un mundo sin palabras".

"Lo más importante es que la gente sea vista pero que no se vean los roles que interpretan. Durante toda la vida existe una sociedad que espera que interpretes cierto rol. Si te quitas la máscara estás desnudo. Un viejo sacerdote me dijo una vez que el amor debe hacerte sentir maduro y niño pequeño, pero no podías ser las dos cosas a la vez. Un día te toca ser el niño y al siguiente te toca hacer de adulto maduro y esto es así. Tienes que ser la persona que eres".

"...la perfección es algo que intentas pero en el momento en el que lo alcanzas y lo tienes, se muere. En la imperfección existe la perfección".


Una imagen de "El séptimo sello"

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