miércoles, 8 de agosto de 2007

Bibliomulas


Bibliotecas de cuatro patas
James Ingham
BBC, Venezuela

Chiquito y Cenizo me saludan con un resoplido y un coletazo. Las mulas son demasiado fuertes como para tener que preocuparse por los buenos modales.

Trabajan duro y lo hacen mejor que cualquier otro animal o que cualquier invención humana.

Estas mulas son muy especiales: se les conoce como "bibliomulas" y están ayudando a llevarles los beneficios de la lectura a personas que están aisladas de gran parte del mundo que los rodea.

Mi caminata comenzó en el valle de Momboy, en Trujillo, uno de los tres estados andinos de Venezuela.

Éstas son las estribaciones de los Andes, pero son bastante altas, en especial si uno tiene que caminar.

Iniciativas comunitarias

La idea de llevar libros en mulas hasta los pueblecitos montañosos surgió en la Universidad de Momboy, una pequeña institución que se enorgullece de sus iniciativas comunitarias y de hacer mucho más de lo que la ley les exige a las universidades venezolanas.

Nos acompañaba un guía local, Ruan, quien conoce muy bien a las mulas.

Él les daba órdenes, engatusándolas delicadamente cuando iban cuesta arriba, a un paso lento y pesado, pero firme.

El camino, con profundos surcos, seco y polvoriento, serpenteaba hacia las alturas

Y el sol me golpeaba en la nuca.

Todos íbamos jadeando, excepto Ruan.

Calembe

Por fin tuve un respiro cuando me llegó el turno de montar en una mula.

Disfruté de una fantástica vista del valle, pero me sujeté fuertemente porque Chiquito caminaba muy cerca del abismo.

Con mucho calor y sintiendo una ligera molestia, después de dos horas de viaje, llegamos a Calembe, el primer pueblo junto al camino.

Todos los pobladores que no estaban trabajando en el campo -en los sembrados de apio, la principal cosecha de esta zona- nos esperaban.

Los 23 niños de la escuelita local estaban muy entusiasmados.

"Bibliomu-u-u-las", gritaban, mientras se desataban las bolsas con los libros.

Luego se abalanzaron para pescar los mejores libros y, pocos minutos después, Juana y Christina, dos de las líderes del proyecto, ya estaban leyéndoles algunas de las historias.

Medio ambiente

"Nuestro principal objetivo es divulgar el placer de la lectura", me dijo Christina Viera.


Estamos ayudando a educar a la gente sobre otras cosas importantes, como el medio ambiente
Christina Viera
"Pero se trata de algo más que eso. Estamos ayudando a educar a la gente sobre otras cosas importantes, como el medio ambiente. Ahora todos los niños están sembrando árboles".

"Hacemos todo lo posible por mejorar la calidad de la vida de estas comunidades y por conectarlas", añadió.

Los organizadores están sacando provecho de la disponibilidad limitada de señales de telefonía móvil en esta zona para equipar a las mulas con computadoras portátiles y proyectores.

Las bibliomulas se están convirtiendo en cibermulas y cinemulas.

Equipos inalámbricos

"Queremos instalar equipos inalámbricos debajo de las matas de plátano para que la gente del poblado pueda usar internet", dijo Robert Ramírez, coordinador de la Red de Escuelas Rurales Emprendedoras (RERE).


Queremos instalar equipos inalámbricos debajo de las matas de plátano para que la gente del poblado pueda usar internet
Robert Ramírez, coordinador de la Red de Escuelas Rurales Emprendedoras
"Imagínese si la gente de los pueblos pobres del valle pudiera enviar correos electrónicos diciendo cuánto tomate o apio necesitan para la próxima semana".

"Los campesinos podrían responderles qué cantidad pueden producir. Sería mezclar lo local con lo global".

El equipo de bibliotecarios en mulas participó en ruidosos juegos con los niños y los escuchó leer.

Después almorzaron con los adultos y, mientras probaban una suculenta sopa acompañada por arepas, debatieron cómo la comunidad puede desarrollar el proyecto.

Una idea fue usar las mulas para transportar medicinas que acá pueden ser muy difíciles de conseguir.

Entusiasmo

Todas las personas con quienes hablé -tanto niños como adultos- estaban muy entusiasmadas.

"Es fantástico", me dijo José Castillo, de 12 años, "me encanta leer los libros y nos cuentan algunas historias muy bonitas".

Gesenae Guerdo, una niña que leía sobre el viaje de un gato al veterinario, también aseguró que es una gran amante de la lectura.

"Compartimos muchos de estos libros", señaló.

Javier Sulverán, un joven brillante, de veintitantos años, dijo que los pobladores le brindan un gran apoyo al proyecto.

"Tanto los niños como nosotros tenemos mucha motivación para leer. Muchos adultos leen ahora más que antes. Es muy bueno que vengan hasta acá arriba".

Mula nueva

La universidad ha adquirido una nueva mula y la van a dejar en Calembe para que los pobladores la cuiden, algo que a Javier le parece muy buena idea.

Con ella podrán llevar libros a zonas más remotas de las montañas.

Dejamos Calembe con una cálida despedida.

Para mí estaba claro que dejaba atrás un lugar donde existe un fuerte sentimiento de comunidad.

Esta biblioteca móvil de cuatro patas no sólo mantiene vivo a este lugar. También lo ayuda a prosperar.

Nota de BBCMundo.com:
http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/hi/spanish/misc/newsid_6933000/6933932.stm

Publicada: 2007/08/06 21:28:17 GMT

© BBC MMVII

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