viernes, 7 de noviembre de 2008

Crisis? What Crisis? (3)


La Butaca de la discordia.

¿Quién dijo miedo? ¿Quién afirma eso de que tenemos crisis económica y eso de que hay que apretarse el cinturón? "¡Amos anda!" En Zaragoza, ciudad expositiva y de liderazgo universal bajo el preto cachirulo encefálico, sus mandatarios lo tienen claro. "¡Pa chulos, nosotros, ridiela!" Por eso se gastan 96.591 euretes de nada en 36 sillas para sus concejales en el reformado Seminario. A 2.683 euros por silla. Y ahora que ninguno se vaya a Sevilla porque ya saben los efectos colaterales del dicho. Los del Atontamiento se justifican así: "Se ha hecho un esfuerzo en dar notoriedad y simbolismo a esa sala porque representa a la Casa". Indicaron además que en el Seminario se ha reutilizado numerosos muebles procedentes del Cubo y que "en ningún caso se ha tirado la casa por la ventana". También destacaron que los precios del mobiliario institucional no se pueden comparar con los del ámbito doméstico. Por supuesto, no se pueden comparar. El representante de la firma italiana que se ha llevado el concurso elogia su producto: "La elegancia de sus formas, el tacto de la piel que presenta y el remate de los acabados la hace excepcional en su conjunto". Está claro que tenemos que agradecerle al final que, con esas sillas excepcionales, el culo de sus eminencias estará feliz, contento y dispuesto a gobernarnos con la clase y categoría que nos merecemos.

Algún ingenuo dirá que podrían haber elegido el modelo más barato que estaba a concurso (ojo, a 1.300 euros por silla), y otros (mucho más ingenuos) creemos que mejor podrían haberse quedado con unas sillas de plástico de IKEA a 10 euros por silla. Con el resto de los 96.201 euros, quizás una mente bienpensante se hubiera acordado de arreglar los desvencijados parques de la ciudad, en mejorar los centros de día, las bibliotecas municipales, las ayudas a domicilio para enfermos y minusválidos. Claro, pero eso no da prestigio y lo que mola es el prestigio. Que tú no eres político y no te enteras, tío. En fin. No os quejéis tanto del Bush y del FMI, que ladrones y sinvergüenzas los tenemos en casa.


1 comentario:

  1. Diga usted que sí. Me gusta su acaloramiento emocional, es algo que falta en estos días , porque asuntos como el que usted menciona los hay a patadas de pirata, sin embargo no sé por qué extraña razón seguimos tragando con semejantes desmanes. En fin, será que nuestra sangre ha dejado de ser caliente y ahora tiene la temperatura de un lagarto.

    Saludos revueltos

    ResponderEliminar