jueves, 27 de noviembre de 2008

Ojo ojito ojo



Tiempos pasados no siempre fueron mejor,. Para nada. Pero he de admitir y admito, que en algunas cosas da la sensación de que hemos retrocedido. No hablo de un pasado remoto…estoy hablando de cuando íbamos al supermercado a comprar víveres y no a pasar la tarde con los niños, como ahora.

Hay que acordarse de comprar leche con vitaminas A y D, y calcio, y omega…y fibra, pues…¿qué tomábamos antes si aquella leche no tenía nada? ¡Cuan tontos éramos! toda la vida comiendo Tulipán, y resulta que no tenía ni un tonalín ni una isoflavona ni media…

También hay que acordarse de coger yogures…es el no va más…hay que tomar unos para el colesterol, otros para la tensión…y además te advierten de que si no lo haces, tu vida está en peligro…tienes todos los boletos para una muerte lenta. También hay que tomar otros yogures para cagar, claro…y yo toda la vida he cagado de lo más bien y aun no he probado el bífidus…y si te vas una semana al pueblo y te desregulas, pues ya irás al baño cuando vuelvas, no voy a atiborrarme a yogures habiendo en el pueblo esos embutidos y embuchados que quitan el sentido solamente por que lo manden por la tele.

Qué obsesión con la flora intestinal…al final vamos a tener una flora que ríete del Botanical Garden Center de New York!

Mención especial para los alimentos bajos en grasas…si a todo le quitan la grasa…¿qué hacen con ella? ¿Velones para Todos los Santos?

Y para el baño… Hace poco le pregunté a una empleada del súper dónde estaba el jabón de pastilla, y casi salgo en un documental de la serie “Animales en extinción”…

¡Qué fácil era comprar!…ahora me da una pereza loca…hay veces que salgo del hiper con los ojos como pelotas de leer etiquetas…y encima con esos carros tan grandes…que no hay Dios q lo llene…hay veces que pongo las cosas más huecas para que abulten más, porque veo a esas familias tan felicísimas con esos carros tan llenos, que yo con mis cuatro cosas esenciales me siento fatal. Y es q mi compra es realmente aburrida. Parece que en lugar de comer, solo me nutra. Recorro los pasillos buscando leche sin vitaminas añadidas, yogures normales, margarina sin tonalín, cosas sin enriquecer, sin gracia, una compra austera…casi monacal.


(Rafa Villalón)





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