domingo, 29 de marzo de 2009

Lección magistral

Cuelgo una charla del juez de menores Emilio Calatayud Pérez (en dos vídeos), que he visto en el blog de La Calle Vacía y en "Los 40 principales" (ojo, no tiene nada que ver con la cadena musical). Sentido común. Algo que debería ponerse como artículo 1 de la Constitución: "Los habitantes de este país tendrán sentido común". Parece largo pero merece la pena verlo completo. Más información en su blog: http://www.granadablogs.com/juezcalatayud/




2 comentarios:

  1. Este tio es acojonante, creo que merece la pena que mucha gente lo vea porque como bien dice el video es una lección magistral, pero como también dices tú, de sentido común.
    Un abrazo

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  2. Un discurso magistral, pero complejo. Los tiempos corren más que nosotros y el futuro de la juventud está (O sea que existe una juventud inteligente y con las ideas que les faltan a otros charlatanes encasillados) manifestándose contra las fuerzas del orden a costa de sufrir las consecuencias en moratones y detenciones.
    El discurso da mucho de pensar, supongo que lleva mucha razón en la forma y los métodos, dejando a un lado la realidad que supera la ficción.
    Ser un llanero solitario cuesta caro y corre el riesgo de convertirse en pasto para la televisión basura:Tal cual ocurre con los temas de corrupción, ya de por si tan graves como anticonstitucionales,compitiendo por las audiencias y por los caches económicos de los tertulianos (Profesión inventada para vivir del cuento).
    Retomo;
    Antes de leer el post, he ido a hacer un recado a pie, pasando a las once por delante de un instituto. Frente a la puerta había un coche de la policía y dos agentes armados haciendo posturitas delante de los críos.
    Y es que tanto me da de pensar el discurso como el carro de la pasma.
    No me disgusta este juez (Puesto que no me gustan los jueces. Ninguno)Hay que escucharle, sin embargo creo que a quien habría que escuchar más atentamente es a los chavales, en una tregua de normas,directrices o mandamientos sagrados. Quizás después de escucharles, lejos de jueces, policías, tutores, etc., obtendríamos un concepto más claro de sus necesidades, deberes y derechos.

    Un abrasso.

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