jueves, 6 de marzo de 2014

Uberías : Y en el octavo día...

(Una fabulación fabulosa del profesor Galimatías Prats)
1

El octavo Día Dios vio todo lo que Había hecho, y he Aquí que pensó que era muy malo.

Destruyó, pues, Dios al hombre y a la mujer. Y destruyó Dios a todo animal de la Tierra. Y Dios vio que esto era bueno.

Y fue la tarde y fue la mañana del octavo Día.

2

Entonces dijo Dios: "Desaparezcan de las aguas innumerables los seres vivientes, y las aves que vuelan sobre la tierra, en la Bóveda del cielo."

Y destruyó Dios los grandes animales Acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, Según su especie, y toda ave alada Según su especie. Vio Dios que esto era bueno.

Y fue la tarde y fue la mañana del noveno Día.

3

Entonces dijo Dios: "Desaparezcan las lumbreras en la Bóveda del cielo para no distinguir el Día de la noche, para no servir de señales, para no distinguir las estaciones ni los Días y los años.

Así no sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la Bóveda del cielo." Y fue Así.

Y eliminó Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el Día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Quitó también las estrellas.

Dios las quitó de la Bóveda del cielo para no alumbrar sobre la tierra, para no dominar ni en el Día ni en la noche, y para no poder separar la luz de las tinieblas.

Y vio Dios que esto era bueno.

Y fue la tarde y fue la mañana del décimo Día.

4

Entonces dijo Dios: "Sepárense las aguas que Están debajo del cielo en un muchos lugares, de modo que desaparezca la parte seca." Y fue Así.

Y vio Dios que esto era bueno.

Y fue la tarde y fue la mañana del undécimo Día.

5

Entonces dijo Dios: "Desaparezca la Bóveda de en medio de las aguas, para que no separe las aguas de las aguas."

Y deshizo Dios la Bóveda, y Unió las aguas que Están debajo de la Bóveda, de las aguas que Están sobre la Bóveda. Y fue Así.

Y fue la tarde y fue la mañana del duodécimo Día.

6

Dijo Dios: "Desaparezca la luz", y se fue la luz.

Dios vio que la oscuridad era buena.

Al final Destruyó Dios los cielos y la tierra.

Y fue la tarde y fue la mañana del decimotercer Día.

Así fueron terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes.

7

El decimocuarto Día Dios Había terminado la obra que hizo, y Reposó. 
Por eso Dios bendijo y Santificó el decimocuarto Día, porque en él Reposó de toda su obra de Creación y Destrucción que Dios Había hecho y deshecho y decidió no volver a crear nada sin una adecuada Planificación y Previsión de Riesgos. AMEN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario